Economia Empresarial

jueves, 4 de febrero de 2010

1.7 Factores de Producción

1.7 Factores de la producción
Los economistas clásicos consideraban que para producir bienes y servicios era necesario utilizar unos recursos o factores productivos: la tierra, el trabajo y el capital. Esta clasificación de factores sigue siendo muy utilizada en la actualidad. Por tierra se entiende no sólo la tierra agrícola sino también la tierra urbanizada, los recursos mineros y los recursos naturales en general. Por capital se entiende el conjunto de recursos producidos por la mano del hombre que se necesitan para fabricar bienes y servicios: la maquinaria o las instalaciones industriales, por ejemplo. Conviene que esto quede claro ya que la palabra 'capital' se usa muchas veces de forma incorrecta para designar cualquier cantidad grande de dinero. El dinero sólo será capital cuando vaya a ser utilizado para producir bienes y servicios, en cuyo caso se llamará capital financiero. El dinero que se vaya a utilizar para adquirir bienes de consumo no puede ser llamado capital. Por trabajo se entiende la actividad humana, tanto física como intelectual. En realidad toda actividad productiva realizada por un ser humano requiere siempre de algún esfuerzo físico y de conocimientos previos.
Esta clasificación de los factores productivos se correspondía biunívocamente con un análisis "sociológico" del sistema económico en tiempos de los economistas clásicos. En la Inglaterra del siglo XVIII había tres clases sociales claramente diferenciadas: la aristocracia, propietaria de la tierra, la burguesía, propietaria del capital, y los trabajadores. La justificación de los ingresos de la aristocracia y de la burguesía resultaba de la retribución de los factores que poseían y que dedicaban a la producción. En la actualidad la clasificación ha perdido mucho sentido. No existe hoy una aristocracia terrateniente separada de la burguesía y es frecuente encontrar trabajadores que poseen algunas acciones y son propietarios también de una vivienda.
Los clásicos pensaban que para crecer económicamente, para producir más, era suficiente con el aumento de la cantidad de factores disponibles, principalmente del trabajo y del capital. Ahora se sabe que el papel más importante en el crecimiento económico lo tienen los avances en el conocimiento científico y técnico. Podríamos por tanto añadir a los tres factores productivos dos más: los conocimientos humanos que están incorporados al factor trabajo (el "know-how") y la tecnología, o simplemente técnica, que está incorporada al capital.
Recursos naturales: todo aquello que aporta la naturaleza en el proceso productivo, por ejemplo, tierra, minerales, agua. Puede dividirse en dos variantes:
-los renovables que se pueden utilizar en el proceso productivo de forma reiterada. Ej: energía solar, eólica.
-no renovables: se agotan al utilizarlos en el proceso productivo. Ej: los peces, la madera.
El trabajo: se trata del tiempo y las capacidades intelectuales que las personas dedican y pueden dedicar a las actividades productivas.
3. El capital: hace referencia a los bienes producidos para producir otros bienes.

Los factores productivos son los responsables de la producción de los bienes y servicios que permiten satisfacer las necesidades.

Son los insumos que hacen funcionar el sistema económico, y se originan en el trabajo e inteligencia del hombre, en la naturaleza, o en ambos. Se trata del trabajo, los recursos naturales y el capital.
Recursos naturales: son aquellos que están disponibles en la naturaleza y que son utilizados como materia prima (minerales, árboles, plantas) o como fuente de energía (agua, petróleo, viento) en la producción de bienes.
Estos recursos pueden ser renovables, como los vegetales, que se autogeneran o que pueden ser plantados o cultivados; o no renovables, como los minerales, hidrocarburos y metales preciosos, que se van acabando en la medida en que son utilizados.
La forma en que se utilice este factor productivo -respetando o no el medioambiente y usando mesuradamente los recursos que en este se encuentran-, determina el grado de sustentabilidad (posibilidad de permanecer en el tiempo) de un sistema económico. Por ello, es necesario evitar la sobreexplotación de recursos y asegurar la existencia futura de las especies con las que compartimos el planeta.
Trabajo humano: es el factor productivo más importante y se refiere al esfuerzo físico e intelectual desarrollado por las personas, con el objetivo de intervenir en la actividad productiva.
Esta capacidad varía dependiendo del grado de educación, cultura, hábitos de vida, creencias particulares, etc., que cada individuo posee. Así, hay gente mejor capacitada para el trabajo manual, mientras otra es más productiva en tareas creativas. Algunos se relacionan mejor con los números y se dedican a la administración y las finanzas; otros prefieren enseñar a otros o estudiar el funcionamiento del cuerpo humano para sanar a los enfermos.
El conjunto de las personas de un país que ejercen un trabajo remunerado constituyen la llamada población económicamente activa (PEA).
Capital: son las riquezas que se poseen y que se destinarán a la producción de nuevos bienes o riquezas.
El denominado capital real son los elementos físicos, previamente obtenidos mediante la actividad productiva (mediante las ganancias de negocios y empresas anteriores), que por sí solos no satisfacen directamente ninguna necesidad, como edificios industriales, maquinarias y herramientas.
Los recursos financieros (dinero o créditos) con los que se cuenta para iniciar una actividad productiva reciben el nombre de capital financiero.
Cuando los recursos financieros se destinan a la adquisición de bienes de capital, se habla de inversión, ya que se espera que la adquisición de dichos bienes permitirá obtener mayores riquezas en el futuro.
Al proceso de formación del capital, que incluye ahorro e inversión, se le denomina capitalización.

Características de los recursos:
Escasos:
No se dispone de una existencia suficiente de recursos como para suplir todos los posibles deseos y necesidades de los individuos.
Versátiles: Los recursos pueden tener más de un posible uso. Por ejemplo en un terreno se puede plantar café o podría construirse una fábrica.
Parcialmente sustituibles: En determinadas circunstancias y recurso puede sustituir a otro en la producción de un bien o servicio, por ejemplo, en una planta industrial las tareas podrían realizarse manualmente, pero también esas tareas podrían automatizarse a través del uso de ciertas máquinas. En este caso se está sustituyendo trabajo por capital.
Las necesidades:
Necesidad es "algún estado interno que hace que ciertos resultados parezcan atractivos" (Robbins). Es aquello de que no se puede prescindir. Supone un estado de carencia de algo.
Tipos de necesidades:
1 Primarias
Secundarias
2 Indispensables
No indispensables
3 Individuales
Colectivas
4 Fisiológicas
De seguridad
Sociales
De estima
Autorrealización
Esta es la llamada Jerarquía de las Necesidades de Maslow.
Características de las necesidades:
Ilimitadas
Saciables
Intensidad
Temporalidad

Contrario a los recursos, que son escasos, las necesidades más bien son ilimitadas (y más aún los deseos), pues a lo largo del tiempo todas las personas (varios miles de millones en el mundo) necesitamos suplir nuestras necesidades de alimentación, vestido, transporte, comunicación, vivienda, entre muchas otras.
Los bienes: Un bien es todo aquello que sirve para satisfacer las necesidades.
Por su abundancia o escasez relativa
Bienes libres: Son tan abundantes que nadie estaría dispuesto a pagar por ellos. Por ejemplo el aire.
Bienes económicos: Son relativamente escasos y por tanto tienen un costo más elevado, tal como un libro, un pantalón, etc.
Por su destino
Bienes de consumo: Bienes finales destinados a un comprador y presentes en el mercado. Tal es el caso de una camisa terminada y lista para usarse por parte de alguna persona.
Bienes de producción o de capital: son bienes que sirven para producir otros bienes, como por ejemplo, una máquina de coser.
Bienes intermedios: Son bienes que son utilizados en alguna de las distintas etapas de producción y están parcialmente terminados, como lo es la tela, el hilo, etc.
Por su grado de elaboración
Bienes terminados: Los que han llegado a la fase final de producción para ser consumidos. Por ejemplo un automóvil, una camisa, etc.
Bienes no terminados: Son los que necesitan otras etapas de producción para estar concluidos. Como ejemplo puede ser tener sólo las mangas de una camisa.
Por su naturaleza
Bienes tangibles: Bienes que constituyen objetos materiales, como un disco compacto o un cuaderno.
Bienes intangibles: Se refiere a los servicios que utilizamos pero no se pueden percibir, como una consulta médica o una clase de economía.
Por su posesión
Bienes privados: su uso se restringe a su dueño o productor. Por ejemplo, su automóvil.
Bienes públicos: Se puede consumir en forma simultánea por todos, aun sin pagar por el bien y nadie puede ser excluido de su consumo. Este es el caso del alumbrado público, las calles, etc.

1.2 Divisiones Principales de la Economía

LAS TRES DIVISIONES PRINCIPALES DE LA ECONOMÍA.
Según, la mayor parte de los autores contemporáneos la ciencia económica tiene tres divisiones principales, constituidas por la economía descriptiva, la teoría económica y la política económica.

Las tres divisiones principales, de la economía, están sometidas a esa secuencia fundamental, como veremos a continuación al examinar el siguiente cuadro esquemático.

ECONOMIA POSITIVA ECONOMÍA NORMATIVA


ECONOMIA TEORIA POLITICA
DESCRIPTIVA ECONOMICA ECONOMICA
Descubre la acción Formula principios, Aplica los
económica y observa teorías, leyes o desarrollos hechos
sistemáticamente el modelos con base en por la teoría
comportamiento de las descripciones y económica para la
sus diversos agentes observaciones de la mejor conducción de
economía descriptiva la acción económica.



Política Económica Int. a la Economía Rossetti pag. 47

Los avances logrados por parte de la teoría económica tienen como finalidad servir a la política económica. En esa tercera parte serán utilizados los principios, las teorías, las leyes o los modelos explicativos de la realidad. Esa utilización tendrá por finalidad conducir más adecuadamente la acción económica hacia objetivos predeterminados.

Política económica es una rama dirigida hacia el condicionamiento de la actividad económica para evitar que ocurran fluctuaciones en los niveles del empleo y de los precios, así como para establecer y garantizar las condiciones necesarias para el desarrollo. Para lograrlo, la política económica recurre a las ideas elaboradas en el campo de la teoría económica ya que a través de los principios de las teorías, de las leyes y de los modelos ofrecidos por ésta última, los resultados de las acciones prácticas desarrolladas adquieren mayor confiabilidad, seguridad y certeza.

Por ejemplo, cuando usamos la expresión política económica gubernamental nos estamos refiriendo a las acciones prácticas desarrolladas por el gobierno con el fin de condicionar, demarcar y conducir el sistema económico hacia la consecución de uno o más objetivos económicos políticamente establecidos. Debido a la complejidad de los problemas del mundo económico, estas acciones prácticas buscan tener un respaldo en la teoría económica, ya que esta última está constituida por un conjunto de generalizaciones (a nivel científico) capaces de dar explicaciones lógicas y útiles a los hechos, a los problemas y a la compleja realidad sobre la cual se pretende actuar.
La elasticidad de la demanda
Hay algunos bienes cuya demanda es muy sensible al precio, pequeñas variaciones en su precio provocan grandes variaciones en la cantidad demandada. Se dice de ellos que tienen demanda elástica. Los bienes que, por el contrario, son poco sensibles al precio son los de demanda inelástica o rígida. En éstos pueden producirse grandes variaciones en los precios sin que los consumidores varíen las cantidades que demandan. El caso intermedio se llama de elasticidad unitaria.
La elasticidad de la demanda se mide calculando el porcentaje en que varía la cantidad demandada de un bien cuando su precio varía en un uno por ciento. Si el resultado de la operación es mayor que uno, la demanda de ese bien es elástica; si el resultado está entre cero y uno, su demanda es inelástica.
Los factores que influyen en que la demanda de un bien sea más o menos elástica son:
1) Tipo de necesidades que satisface el bien. Si el bien es de primera necesidad la demanda es inelástica, se adquiere sea cual sea el precio; en cambio si el bien es de lujo la demanda será elástica ya que si el precio aumenta un poco muchos consumidores podrán prescindir de él.
2) Existencia de bienes sustitutivos. Si existen buenos sustitutos la demanda del bien será muy elástica. Por ejemplo, un pequeño aumento en el precio del aceite de oliva puede provocar que un gran número de casa se decida por usar el de girasol.






La elasticidad de la demanda. Pulse en la imagen para ver una explicación animada.

3) Importancia del bien en términos de coste. Si el gasto en ese bien supone un porcentaje muy pequeño de la renta de los individuos, su demanda será inelástica. Por ejemplo, el lápiz. Las variaciones en su precio influyen muy poco en las decisiones de los consumidores que desean adquirirlos.
4) El paso del tiempo. Para casi todos los bienes, cuanto mayor sea el período de tiempo considerado mayor será la elasticidad de la demanda. Puede ser que al aumentar el precio de la gasolina, su consumo no varíe mucho, pero al pasar el tiempo podrá ser substituida en algunos de sus usos por el carbón, en otros usos por el alcohol, de forma que la disminución en la demanda sólo se nota cuando pasa el tiempo.
5) El precio. finalmente hay que tener en cuenta que la elasticidad de la demanda no es la misma a lo largo de toda la curva. Es posible que para precios altos la demanda sea menos elástica que cuando los precios son más bajos o al revés, dependiendo del producto de que se trate.

3.2 Diferentes Tipos de Utilidad

1.1 Utilidad total y marginal Peterson . pag. 48.

GUSTOS

Ya que los consumidores son una parte importante de nuestro sistema económico, será útil estudiarlos con algo de detalle. La primera cosa que tenemos que reconocer es que no hay dos consumidores que sean exactamente iguales en cuanto a lo que les gusta y disgusta. A uno le podrá gustar pasar el tiempo viendo un partido de béisbol en la televisión, tomando cerveza y comiendo botana; otro deseará ir a la ópera o a un concierto de la sinfónica o viajar a lugares lejanos.

Aun cuando, por lo general, se reconoce que los gustos difieren entre la gente, tendemos a olvidar esto cuando criticamos a otros por gustarles cosas que no nos resultan atractivas o por gastar su ingreso en una mezcla de bienes y servicios diferente a la nuestra. Una persona puede poner en los primeros lugares de su preferencia una casa costosa, mientras que otro puede preferir gastar más en viajes o en un automóvil más caro. Pero, ¿quién se atreve a decir cuál gusto es superior (la casa costosa o el auto caro)? Si una persona fuera forzada a vender su costoso auto y comprar una casa con un precio alto, su satisfacción podría disminuir en forma considerable. Para esta persona, el gusto superior lo representa el automóvil. El punto principal es recordar acerca de los gustos, es que no hay un modelo absoluto, cada persona decide lo que más le gusta y entonces trata de satisfacer ese deseo.

UTILIDAD

Aun cuando los gustos y la satisfacción son ideas familiares, es difícil expresarlos en términos concretos. Suponga que acaba justo de comerse una manzana y un caramelo. ¿podría decirle a alguien qué tanta satisfacción recibió de cada uno? Es posible que pueda decir cuál le gustó más, pero ¡podría decir que tanto más le gustó uno que el otro? Podría decir “mucho” o “sólo un poco” o algún término descriptivo vago. Pero ¡que tanto es “sólo un poco” y “mucho.?

Entonces es evidente que necesitamos una medida más cuantitativa de satisfacción. Por esta razón los economistas han desarrollado el concepto de utilidad. La palabra utilidad significa casi lo mismo que satisfacción. Sin embargo. Para efectos ilustrativos, los economistas han creado el concepto de “útil”, que es una medida de utilidad. En el ejemplo anterior, suponga que está de acuerdo en asignar en forma arbitraria 100 utils como la satisfacción o utilidad que recibió de la manzana. Si a usted le gustó menos el caramelo, entonces le asignará un número menor a 100 o si le gustó más, entonces le dará un número mayor a 100. Si, por ejemplo, usted asignó 50 al caramelo, entonces podemos decir que a usted le gustó la manzana como el doble que el caramelo.

Como es de imaginarse, si usted desea tomarse el tiempo, puede asignar utils a todas las cosas que consume o podría consumir, usando uno de los artículos como punto de referencia. Lo importante de asignar utils a cada artículo no es la medida absoluta del util de cada artículo individual, sino su tamaño en comparación con los demás. Ya que los gustos son una cuestión individual, la utilidad no es algo que se pueda comparar entre personas. Un individuo podría asignar cifras a una lista parcial de las cosas que consumió en una semana, de la siguiente manera:

Artículos consumidos por semana número de utils
Dos kilos de filete. . . . . . . . . . . . . . . 100
Un cuarto de café. . . . . . . . . . . . . . . 30
Dos litros de leche. . . . . . . . . . . . . . 60
Protección de la casa. . . . . . . . . . . . . . 300
Reparación del auto. . . . . . . . . . . . . . 200

Este ejemplo nos muestra dos puntos que se deben destacar. Primero, el consumo se mide como la cantidad por unidad de tiempo, en este ejemplo, se usó una semana. No tiene sentido decir que se consumieron dos kilos de filete si no se especifica si por día, por semana, por año o por vida. La dimensión de tiempo es necesaria para conocer cuánto se ha consumido, en forma relativa. El segundo punto es que consumimos tanto en servicios como bienes. En el ejemplo anterior, la reparación del automóvil es un servicio. Podríamos listar mucho más, como podrían ser los servicios comprados a un doctor, abogado, dentista, peluquero o estilista. En economía a los servicios se les considera justo como si fueran bienes. Para nuestros propósitos son en esencia lo mismo ambos dan satisfacción o utilidad al comprador

Salvatore Diulio. Microeconomía Serie Schaum

Utilidad total y marginal

Un individuo demanda un artículo determinado por la satisfacción o utilidad que recibe al consumirlo. Hasta cierto punto, mientras más unidades de un artículo consuma el individuo por unidad de tiempo, mayor será la utilidad total que reciba. Aun cuando la utilidad total aumente, la utilidad marginal o extra que recibe al consumir cada unidad adicional del artículo generalmente decrece.

En algún nivel de consumo, la utilidad total que recibe el individuo al consumir el artículo alcanzará un máximo y la utilidad marginal será cero. Éste es el punto de saturación. Las unidades adicionales del artículo hacen que disminuya la utilidad total y la utilidad marginal llega a ser negativa, debido a los problemas de almacenamiento o venta


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Ut
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0
0
0
1
10
10
2
18
8
3
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6
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4
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2
6
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0
7
28
-2


FORMAS DE UTILIDAD

La utilidad es un concepto general que se aplica a cualquier bien que satisfaga necesidades; cuando un individuo en particular le otorga subjetivamente determinada utilidad a un bien en especial, le está concediendo valor al bien, Es decir, la utilidad se relaciona con la escasez para determinar el valor de un bien.

La utilidad para los subjetivistas es precisamente la capacidad que tienen los bienes para satisfacer necesidades humanas.

Esta capacidad está dada por las cualidades físicas del bien. Por ejemplo: la utilidad de un coche está dada por el conjunto de cualidades físicas que le permiten satisfacer la necesidad de transporte.

Sin embargo, la utilidad es un concepto abstracto y de difícil medición ya que la cantidad que se tenga de un bien depende su utilidad y ésta se aprecia en forma subjetiva, por lo que no podemos saber cuál es la utilidad que le proporciona un bien a determinado individuo.

En la medida que un individuo tenga mayor cantidad de bienes, le otorgará menor utilidad (valor) a cada uno de ellos

Si los bienes son escasos en relación con las necesidades del individuo tendrán mayor utilidad, lo que significa que el individuo les otorgará mayor valor.

Es por eso que la economía se encarga del estudio de los bienes que son escasos, llamados también bienes económicos, por su objeto de estudio de esta ciencia. Los bienes libres o gratuitos no son objeto de estudio para la economía porque se encuentran en gran cantidad en la naturaleza y cada individuo puede adquirirlos en abundancia, por lo que no les confiere mucho valor.

Teoría económica, Nociones elementales Domínguez Vargas, Sergio pag. 30

La idea más aceptada acerca de lo que es la producción es la de incorporar utilidad a las cosas; pero podemos intentar una definición en la cual se incluyan los tres factores que en ella intervienen: trabajo, naturaleza (tierra) y capital, así como el espíritu que los combina racionalmente, o sea la organización, que para algunos también debe ser considerada como factor; de ello tendremos que producción es la actividad del hombre (trabajo) por la que se procura nuevos medios de satisfacción, transformando las cosas que se encuentran en el medio (naturaleza) e incorporándoles utilidad. La maquinaria, herramientas o riqueza necesaria (capital) y el espíritu de empresa (organización), ayudarán a obtener mejores resultados en el proceso económico.

Ya que producir es, antes que otra cosa, incorporar utilidad a lo que el hombre encuentra en el medio natural, debemos recordar lo que se ha dicho acerca de los tipos de utilidad que pueden incorporarse:

FORMAS DE UTILIDAD.

ESPACIAL
Utilidad de lugar.
Dada por el transporte movilizando los satisfactores de los sitios donde no se pueden o quieren utilizar a donde si se quieren o pueden utilizar.

TEMPORAL
Utilidad de tiempo.
Se logra al conservar en sitios adecuados, de una época en que los bienes no se utilizan a otra en que se han de requerir.

DE FORMA.
La utilidad de forma.
Esta se obtiene por conducto de intermediarios que actúan entre el productor y el consumidor y que se ocupan de cambiar la forma de los productos hasta encontrar su verdadera y definitiva forma de utilización: mezclar líquidos, tostar y moler café, cortar telas de acuerdo a la necesidad de cada consumidor, y en general preparar los satisfactores para que queden dispuestos para su inmediato consumo.

En este renglón, no todos los tratadístas están de acuerdo en considerar la labor de intermediarios como parte del proceso productivo y la colocan más bien dentro de la idea del cambio, como actividad de los comerciantes; y por lo tanto, como auxiliares de la circulación de satisfactores.

Es frecuente que a un bien se le incorporen sucesivamente los tres tipos de utilidad; en su traslado de los centros de producción a los mercados de consumo ( de lugar), en su posterior almacenamiento en bodegas (de tiempo) y, por último, preparándolo para su consumo final ( de forma).

TEORIAS DEL VALOR
También es interesante revisar el análisis del valor. Para Smith era independiente de los caprichos del mercado, los precios nominales podrán fluctuar, pero el valor permanecería constante pero si el valor era distinto al precio ¿ como se establecería entonces? Smith afirmó que el trabajo era la medida del valor. En particular admitió que, cuando se trataba de una sociedad primitiva, el valor de un bien dependía de la cantidad de trabajo necesario para producirlo.

VALOR DE USO, DE CAMBIO Y DE RENDIMIENTO.
Mercancía: bien que se produce con la finalidad de intercambiar.

Si una persona produce un bien para satisfacer sus propias necesidades, el producto resultante no es una mercancía, es tan sólo un bien que satisface sus necesidades. Para que sea mercancía, la finalidad de la producción es la venta del producto.
¿cuáles son las características de la mercancía?
La mercancía tiene dos características principales:

a) Por un lado, satisface necesidades humanas; es decir, tiene un valor de uso.
b) Por otro lado, se produce para intercambiarla, es decir, tiene un valor de cambio.

MERCANCÍA

VALOR DE USO VALOR DE CAMBIO



¿ Que es el valor de uso de la mercancía?

Valor de uso: capacidad de un bien para satisfacer necesidades humanas. (También conocido como utilidad. )
Esto quiere decir que puede haber bienes que sólo sean valores de uso; por ejemplo, el aire (que satisface necesidades humanas pero no se intercambia) que es un bien natural no producido por el trabajo del hombre. Pero también existen bienes producidos por el trabajo del hombre que sólo son valores de uso, es decir. No se venden porque satisfacen las necesidades del productor directo.
¿De donde proviene la capacidad de los bienes para satisfacer necesidades? Proviene de las características materiales que poseen y que los hacen útiles.
¿Qué es el valor de cambio de las mercancías? Es la capacidad de las mercancías para intercambiarse.
En el caso del valor de cambio, ya no interesan las propiedades materiales de los bienes porque ello expresa su utilidad, es decir, su valor de uso; sin embargo, cuando comparamos diversas mercancías a través del intercambio no estamos comparando las diferentes características de los bienes ( su valor de uso), lo único que interesa aquí es la diferente cantidad en que se intercambian.

1.6 Problemas Básicos de la Economía

16. Problemas Básicos de la Economía.
El análisis de la escasez de los recursos productivos y de las ilimitadas necesidades humanas debe haber conducido a la conclusión de que la economía es una ciencia avocada a tres tipos de problemas.
 Determinación del ilimitado conjunto de bienes y servicios que deben producirse, así como de sus cantidades respectivas.
 Utilización óptima de los recursos disponibles, siendo estos escasos.
 Los procesos y la estructura de distribución de los bienes y servicios producidos.
Dado que los deseos son ilimitados es importante que una economía saque el mayor provecho de sus recursos ilimitados; es decir que lo realice de una manera eficiente. ( Jose Paschoal Rosseti, pags. 89).
. La Escasez.
Concepto fundamental en la terminología económica, que significa falta o insuficiencia de algo: escasez de bienes. Es la utilización adecuada de los medios escasos para satisfacer las múltiples necesidades humanas.
Con la escasez de los recursos y con la forma ilimitada de los deseos humanos, la sociedad tiene que escoger la mejor designación posible de los recursos hacia los diversos sectores productivos.(José Silvestre Méndez, pag. 78).
Principio de la Escasez
El concepto escasez es aplicable a aquellas cosas que son útiles. El economista considera útiles a todas aquellas cosas que tienen la capacidad de satisfacer necesidades humanas, y también abarca dos dimensiones: de un lado la cantidad de cosas útiles a nuestra disposición, y que llamaremos recursos o medios; y del otro lado, las necesidades que estas cosas están dispuestas a satisfacer, es decir el concepto escasez se refiere a una determinada relación entre los medios (recursos económicos) y los fines (las necesidades).
Dados los medios a nuestra disposición y los fines a conseguirse, habrá un problema de escasez, y por ende un problema económico cuando se reúnan las siguientes condiciones:
1. Los medios o recursos económicos son susceptibles de diferentes usos y aplicaciones. Por ejemplo el carbón de piedra nos sirve puesto que puede utilizarse para diferentes fines: transportación, calefacción y otros fines industriales.
b) Los fines son múltiples y de importancia variada para el hombre. La diversidad de fines con diferentes grados de importancia plantea inmediatamente el problema de decidir que fines lograr primero.
c. Y, finalmente, dados los medios, la consecución de ciertos fines implica siempre la renuncia de otros.
Supongamos, por ejemplo, que con determinados recursos el hombre puede conseguir tres fines distintos, digamos, A, B, y C. Como se expresó anteriormente, estos fines son de importancia variada para el hombre. Es decir, el grado de satisfacción obtenido varía con cada fin. Supongamos que podemos medir cuantitativamente estos grados de satisfacción de suerte que podamos ordenarlos de acuerdo con su importancia. Vamos a suponer, además, que los grados de satisfacción de A, B, y C, equivalen a 50, 40 y 30 grados respectivamente.
Ahora bien, de conformidad con el supuesto c) no podemos conseguir todos estos fines con los recursos a nuestra disposición, viéndonos por lo tanto, obligados a renunciar a algunos de estos. Consideremos el problema de "que fin seleccionar" a la luz de los supuestos expresados. Aquí, existe la obligación de introducir otro supuesto básico de la Ciencia económica:
La racionalidad del hombre. La ciencia económica presupone que el hombre actúa racionalmente al hacer sus decisiones económicas, tratará en todo momento, de llevar al máximo su satisfacción material. Bajo las condiciones establecidas, y de conformidad con el supuesto de racionalidad, el hombre tratará de alcanzar el fin A que le provee el grado más alto de satisfacción y luego B, y finalmente C.
La diversidad de fines con ciertos grados de importancia y la escasez de los recursos es lo que obliga al hombre a considerar racionalmente las posibles alternativas, con miras a lograr, de acuerdo con el principio de racionalidad, la máxima satisfacción con los recursos disponibles.¨
Ley de los Rendimientos Decrecientes.
La ley de rendimientos decrecientes (o ley de proporciones variables), describe las limitaciones al crecimiento de la producción cuando, bajo determinadas técnicas de producción aplicamos cantidades variables de un factor o una cantidad fija de los demás factores de la producción. El principio de los rendimientos decrecientes, puede expresarse en los siguientes términos:
"Dadas las técnicas de producción, si a una unidad fija de un factor de producción le vamos añadiendo unidades adicionales del factor variable, la producción total tenderá a aumentar a un ritmo acelerado en una primera fase, a un ritmo más lento después hasta llegar a un punto de máxima producción, y, de ahí en adelante la producción tenderá a reducirse".
En primer término, la ley de rendimientos decrecientes presupone unas técnicas de producción constantes.
En segundo término, la ley de los rendimientos decrecientes presupone que se mantengan fijas las unidades de cierto factores de la producción, y que sólo varíen las unidades utilizadas de uno de los factores.
Para simplificar la exposición de la ley de los rendimientos decrecientes, es necesario familiarizarnos con los siguientes términos y conceptos, para que de la misma manera, este pueda ser explicado numéricamente, y así lograr un mayor entendimiento del tema en referencia.©
¨
Principio de Eficacia Económica.
Un empresario tratará siempre de combinar los factores de producción en aquella forma que le permita producir con el máximo de eficacia económica. La combinación más eficaz de los factores de producción será siempre aquella que le permita producir al más bajo costa posible por unidad.
Existen dos situaciones bajo las cuales el empresario tiene necesariamente que desenvolverse teniendo en mente este concepto de eficacia económica:
Cuando el empresario varía uno de los factores de producción (mientras mantiene fijas los demás) para lograr el nivel de producción que más le convenga.
Cuando, estando obligado a un monto fijo en la producción varía todos los factores para lograr ese determinado nivel de producción.
En el primer caso, el nivel de producción de máxima eficacia se conoce como el nivel de producción optima.
En el segundo caso la combinación más eficaz de los factores se conoce como la combinación de costo mínimo.

Nivel Óptimo de Producción.
Un empresario ha logrado el nivel óptimo de producción cuando combina los factores de producción en tal forma que el costo de producir una unidad del producto resulta ser el más bajo posible.
Cuando un empresario varía las unidades de uno de los factores de producción mientras mantiene constantes las unidades de los demás factores, logrará el nivel de producción más eficaz (nivel óptimo de producción) cuando el costo de producir una unidad sea lo más bajo posible.
Combinación de Costo Mínimo.
Otra situación que puede enfrentar un empresario es aquella en la que sólo está interesado en producir una cantidad fija del producto, y desea conocer cuál es la combinación más eficaz que puede lograr con los factores de producción a su disposición Hay siempre una determinada combinación de factores que resulta la más productiva o eficaz. Aquella combinación que permita la producción de una determinada cantidad del producto al más bajo costo posible es la combinación más eficaz. Esta es la combinación de costo mínimo.
Cuando un empresario combina los factores de producción en varias proporciones para lograr un nivel de producción fijo se confrontara con el problema de la sustitución de los factores. Es decir, por cada unidad adicional del factor x que emplee, el empresario tendrá que abandonar el empleo de algunas unidades del factor Y; o para utilizar unidades adicionales de X; .
Las unidades de un factor que nos vemos obligados a abandonar para emplear unidades adicionales del otro, es lo que se conoce como el Costo Marginal de Sustitución de los factores. Por ejemplo: si para poder emplear una unidad adicional del factor X nos vemos obligados a abandonar el empleo de 100 unidades del factor Y, el costo marginal de sustitución de los factores es 100 a 1, el cual expresa el número de unidades de un factor que damos a cambio de una unidad del otro factor
EL PROBLEMA ECONOMICO:
Tal como de ha mencionado anteriormente, los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas, de modo que el problema económico consistirá en:
¿Cómo emplear recursos escasos para producir bienes y servicios suficientes para satisfacer necesidades ilimitadas?
Así la ECONOMÍA es la ciencia que estudia la forma en la cual asignan los recursos escasos entre los diversos usos que compiten por ellos.

LAS PREGUNTAS CLAVE DE LA ECONOMÍA: El problema económico puede expresarse a través de tres preguntas básicas, las cuales deben ser contestadas por cualquier sistema de organización económica:
¿QUÉ Y CUÁNTO PRODUCIR? Es decir: ¿Qué bienes y servicios deben producirse y en qué cantidades? Dada la existencia de las necesidades y que éstas se satisfacen con bien, entonces es necesario determinar cuáles necesidades se van a satisfacer y cuáles son los bienes que satisfacen esas necesidades. Esta es una pregunta de carácter económico.
¿CÓMO PRODUCIR? O sea, ¿Cómo producir los bienes? Esta pregunta es de carácter técnico, y se refiere a cuál será la tecnología empleada en la producción, cuáles son los materiales necesarios, el tipo de mano de obra, el proceso de producción, etc.
¿PARA QUIÉN PRODUCIR? Es decir, ¿Quién obtiene lo que se produce? Esta pregunta es de carácter social y su solución depende del modelo que siga la organización social, ya que por ejemplo en una economía de mercado dependerá de la capacidad de compra de los distintos consumidor.
DE ORGANIZACION ECONÓMICA:
Mecanismo del mercado (modelo capitalista): la oferta y la demanda determinan el precio; los propietarios asignan los recursos para obtener las recompensas monetarias más elevadas.
Economía centralizada (modelo socialista): la autoridad central determina el precio y asigna los recursos para el logro de las metas.
Mixta: una economía que utiliza señales tanto del mercado como no del mercado para asignar los bienes y recursos.
La siguiente tabla resume la forma en que cada modelo de organización económica responde a las tres preguntas económicas fundamentales y la manera en que se organiza la producción y se establece el régimen de propiedad de los recursos:
Régimen de propiedad
Socialista
Los recursos materiales están sujetos al régimen de propiedad social. En alguna medida coexiste la propiedad social colectiva con la propiedad social de consumo, con relativa libertad en la contratación y posibilidades de empleo.
Capitalista
Prevalece el régimen de propiedad privada de los recursos materiales. Los recursos poseídos por el estado serían una cantidad relativamente pequeña con respecto a los de propiedad privada.
Mixto
Existe la propiedad privada y estatal de los recursos productivos. También hay empresas en las que el capital es copropiedad del estado y empresarios particulares.

Organización de la producción
Un ente planificador diseña un plan económico que contiene objetivos generales y metas específicas, con un inventario de recursos disponibles. La ejecución se da por parte de las unidades productoras y el control a cuerpos técnicos.
El mercado es la institución fundamental que actúa como mecanismo coordinador de la actividad económica. El mercado al establecer los precios y cantidades de intercambio determina la asignación de los recursos productivos.
El estado no controla totalmente, pero si participa activamente como productor, consumidor y regulador de la actividad económica. Coexisten mercados libres con otros cuyo funcionamiento está condicionado por la intervanción estatal.

Qué producir?
Socialista: Esta decisión la toma el alto nivel político, donde lo más importante es cuántos recursos se destinarán a la formación de capital, y luego los destinados a los bienes de consumo.
Capitalista: Prevalece la "soberanía del consumidor", o sea que los consumidores buscarán adquirir los bienes de su preferencia, según su ingreso, y así determinarán qué bienes deben producirse y en qué cantidades.
Mixta: Se presentan las tres siguientes situaciones: 1. Bienes producidos e intercambiados en mercados libres. 2. Bienes producidos en mercados intervenidos por el estado. 3. Bienes y servicios producidos directamente por el estado.

Cómo producir?
Socialista: La decisión la toma el director de cada unidad productora de acuerdo con los recursos y tecnología disponibles.
Capitalista: Esta decisión la toma el productor, de acuerdo con las posibilidades técnicas existentes y los precios relativos de los recursos productivos.
Mixta: La decisión la toma el productor, sea un empresario privado o el estado, de acuerdo con los criterios técnicos y los precios de los recursos.

Para quién producir?
Socialista: Los bienes de capital se asignan a los productores, mientras que los bienes de consumo algunos son proporcionados gratuitamente y otros son racionados.
Capitalista: La distribución de la producción se efectúa de acuerdo con la capacidad de compra, la cual depende del ingreso de las personas y los precios de los bienes.
Mixta: Algunos bienes y servicios son ofrecidos gratuitamente por el estado, mientras que otros son distribuidos según la capacidad de compra de los individuos.

Introducción a la Economía

Definiciónes de Economía
El término economía es una expresión que proviene del latín «economía», y este, del griego «oikos» = casa y «nomos» = administración (administración de una casa). El título «oikonomikos», de la obra de Jenofonte (430-355 a. de J.C.), se considera la primera contribución global a la formación de la ciencia económica [1].
Gregory Mankiw, autor del libro "Principios de Economía", considera que el término economía proviene de la palabra griega que significa "el que administra un hogar". A criterio de Mankiw, los hogares y la economía tienen mucho en común, debido a que la sociedad al igual que un hogar, debe gestionar adecuadamente sus recursos ya que éstos son escasos [2].
Definición de Economía, Según Expertos en la Materia:
· Los renombrados economistas, Samuelson y Nordhaus, autores del libro "Economía", definen la economía como: "El estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos" [1].
· Para Mark Skousen, autor del libro "La Economía en Tela de Juicio", la economía es "el estudio de cómo los individuos transforman los recursos naturales en productos y servicios finales que pueden usar las personas" [2].
· Simón Andrade, autor del libro "Diccionario de Economía", define la economía como: "La recta y prudente administración de los bienes y recursos" [3].
· Gregory Mankiw, autor del libro "Principios de Economía", define la economía como "el estudio del modo en que la sociedad gestiona sus recursos" [4].
· Los economistas Benjamin Perles y Charles Sullivan, autores del libro "Economía Para Todos", proporcionan la siguiente definición de economía: "Estudio de los actos humanos en los asuntos ordinarios de la vida. Explica cómo logra el hombre sus ingresos y cómo los invierte" [5].
· Por su parte, el Diccionario de la Real Academia Española, define la economía como: "1) la administración eficaz y razonable de los bienes, 2) el conjunto de bienes y actividades que integran la riqueza de una colectividad o un individuo, 3) la ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos" [6].
En síntesis, la definición de economía describe a ésta última desde dos puntos de vista:
1. La recta y prudente administración de los recursos escasos de una sociedad, familia o individuo, con la finalidad de satisfacer sus necesidades en lo material.El estudio de la manera o el modo en que las sociedades gestionan sus recursos escasos para satisfacer las necesidades materiales de sus miembros y de la transformación de los recursos naturales en productos y servicios finales que son distribuidos y/o usados por los individuos que conforman la sociedad. Además, la economía explica el cómo los individuos y organizaciones logran sus ingresos y cómo los invierten
El individuo y la Economía
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La Economía como su nombre lo indica, se refiere a la administración de los bienes de un individuo, familia, corporación, etc., entre tantos otros conceptos también válidos como la buena administración del tiempo y de otras cosas inmateriales, o cuando se refiere al ahorro de dinero, y por extensión al ahorro de trabajo, tiempo, etc.

Pero me inclino por la primera porque es la que apunta directamente al individuo, en referencia al uso de los recursos de que posee para poder administrarlos de la mejor manera posible, y hacer frente así, a los gastos necesarios tanto para desarrollar su actividad, como para cubrir sus necesidades más inmediatas, producto de un conjunto de preceptos sobre el mejor uso que puede hacerse de los productos destinados al consumo inmediato, privado o familiar, como también a la coordinación de las iniciativas según un plan establecido por una autoridad económica, que define las variables que van a inferir en el mercado, sin que el individuo como persona pueda influenciar, y solamente deberá someterse o sentirse obligado a respetar las reglas que la economía impone y deberá cumplir en forma indefectible, esté de acuerdo o no.

Los movimientos de la economía, ya sea doméstica, política, dirigida, de bienestar o como sea, son trasladados de una forma invisible desde los más altos estamentos hasta el simple individuo, pasando por todo tipos de instituciones públicas, privadas, corporaciones, sociedades, etc, desgranando todas las variables que has sido dispuestas desde el Ministerio de Economía del gobierno de turno, y aún más allá, sujeta a una economía globalizada que rige los destinos de la humanidad.De acuerdo a esto, vemos que el individuo recibe, sin elección, una serie de preceptos que desconoce, pero que tiene que cumplirlos, porque los movimientos económicos domésticos y cotidianos, atados a una más compleja gama de variables micro o macroeconómicas, según estén dirigidas a un sector o a toda la economía en general, influencian en su desarrollo y manejo social, y él debe adaptarse y manejarse de acuerdo a ellos.

En este plano, vemos que los individuos y la sociedad en general, se va adaptando a la economía política (ciencia que estudia las leyes de producción y distribución de bienes que satisfacen las necesidades humanas) de turno, algunas veces dirigida, en las que las iniciativas económicas son coordinadas según un plan o programa común regulado por una autoridad política superior; en otros casos a una política neoliberal o de mercado, que hace hincapié en una competencia imperfecta, que regula el mercado de una manera invisible y produciría los cambios necesarios en la economía sin regulaciones de ninguna clase.

El individuo, haciendo uso de su derecho a voto, puede elegir una forma u otra, de acuerdo al pensamiento del candidato o partido al que elija votar, y con eso puede resolver su problema de conciencia y estar satisfecho si gana lo que él a elegido, y así lo consiguiera, tampoco estaría resuelto todo, ya que tendrá que esperar cuando asuma, si pone en practica todo lo que prometió en su campaña proselitista, mientras tanto está resignado a esperar y a seguir soportando lo que la economía le está deparando en ese momento, por que ésta no para, es una cuestión de todos los días, y todos los días deberá resolver como solucionar sus ocasionales problemas económicos, que influencian notablemente sobre su vida y comportamiento social.

Entonces tenemos a un individuo que bien o mal, este de acuerdo o no, haya votado al candidato y al plan económico de sus sueños, que le va a resolver todos los problemas, y así hubiera ganado, no puede sentirse con la satisfacción que el derrame de la economía llegue hasta su hogar, en forma mágica e instantánea a resolver su economía doméstica, que tendrá que llevar adelante para alimentar, proteger, educar y darle una vivienda adecuada, a su familia, desarrollando todo tipo de actividades.

Deberá levantarse todos los días con trabajo o no, dispuesto a afrontar lo que le depara la economía. Podrá estar mejor o peor, pero de acuerdo a esa circunstancia su entorno social y su mismo desenvolvimiento, se verá afectado de una manera u otra, y sus reacciones podrán ser diversas, puede someterse calladamente a ellas soportando o disfrutando de su condición social, o salir a dar a conocer sus inquietudes, protestas, proyectos, ideas, etc. para que de alguna manera, se puedan ir corrigiendo, y aún, si se puede y se tiene influencias o poder económico o político, a modificar ciertas variables para que lo social se convierta en algo que se pueda disfrutar, vivir y una forma de resolver situaciones normales que a veces la economía no lo permite y afecta los sentimientos mas hondos de los lazos familiares y las relaciones personales que se ven prácticamente avasalladas, provocando situaciones insostenibles que perjudican el buen entendimiento entre las personas, con la que el individuo mantiene diaria y continuamente una relación de comunicación.

La problemática social que el individuo vive, como consecuencia del desarrollo de la economía, se debe a que no se ha sabido adaptar a la misma o que la misma no lo cobija, y pasa a ser un excluido social, y deja de tener la cobertura necesaria, que el Estado tiene la obligación de darle, pero que no alcanza a darle respuesta.

Por lo tanto, el individuo es una variable más, puede o no tener resultados positivos, pero no deja de ser un elemento más, que deberá adaptarse al juego materialista de los números, que solamente ve en cifras, quienes alcanzan o no el nivel de subsistencia mínima, o quienes son pobres o quienes dejan de serlo, de acuerdo al ingreso que pueda tener cada uno, sin entrar a observar más detenidamente a cada individuo y su problemática cotidiana.

La influencia de la economía sobre la actitud social del individuo, no va a depender entonces si la economía lo tiene en cuenta o no, sino de los resultados de ésta sobre su propia condición social, que puede llegar a favorecerlo o no, incluyéndolo o abortándolo porque no responde o no alcanza a cumplimentar los requisitos necesarios para poder quedar insertado en la misma.

El problema de la exclusión social se ha transformado en algo normal en la economía, sometiendo a estos excluidos a la atención del Estado, a través de planes que de alguna manera pretende reinsertarlos al circuito económico, pero de una manera marginal y degradante que cada día va deteriorando más y más al individuo que se encuentra en ese estado, sometiéndolo a denigrantes actitudes y caer en circunstancias extremas que lo llevan a cometer delitos de toda índole (robos, secuestros, prostitución, comercialización de drogas, etc.) para poder subsistir

La actitud social del individuo se va acomodando a su circunstancia económica, si está en la escala social alta, puede permitirse utilizar todas las variables económicas que están al alcance de todos, pero que la pueden utilizar solamente aquellos que alcanzan cierto nivel económico, y que corresponde a un 10 % de la población.

Los que le siguen en la pirámide, que podría llamarse una clase media alta también pueden alcanzar socialmente ciertos niveles, pudiendo cumplir con todas las obligaciones sociales que le impone el desenvolvimiento normal de cualquier familia (alimentación, educación, esparcimiento, cultura, etc.) logrando que sus hijos puedan desarrollarse normalmente.

Las restantes capas sociales, comienzan a tener problemas de subsistencia, por supuesto de mayor a menor, desde las clases media baja, baja y por supuesto, con mayores problemas la clase indigente, que cada día es mayor.

Como resultado nos encontramos que el 40% de la población se encuentra debajo de la línea de la pobreza, y que no encuentra soluciones inmediatas posibles, y su situación social se encuentra seriamente afectada, debido a que la economía le ha pegado muy duro durante muchos años, y a pesar de su recuperación, todavía no ha podido llegar en plenitud a los sectores más bajos de la población, por lo cuál la actitud del individuo es como de resignación ante una situación compleja y delicada que está resentida y que no logra dar soluciones inmediatas, comprometiendo seriamente su futuro y el de su familia.

A veces sin trabajo, y con un sustento muy bajo no logra satisfacer sus necesidades básicas más inmediatas, entonces, cae en un deterioro social lamentable, por decantación, sufriendo las consecuencias, sin poder resolverlas o resolviéndolas de una manera informal y delictuosa que agrava aún más su situación social.

Las soluciones pueden ser diversas, y diferir en el tiempo, según se ponga en funcionamiento tal o cual plan, pero la realidad existe y el individuo debe resolver su situación día a día, entonces su
actitud es diversa, de acuerdo a como incida la economía en su bolsillo o en su entorno.

Otras veces se manifiesta en forma de protesta, y cada día sale a la calle a protestar para conseguir algo que lo satisfaga, por lo menos que lo escuchen y vean su necesidad, buscando que la sociedad o el Estado, al ver su situación, dé alguna respuesta, aunque sea momentánea.

Sea como sea, el individuo nunca se queda quieto ante la incidencia de la economía en su situación social, ya sea en forma progresista, de protesta, asociativa, informal o delictiva, tiene que resolver su situación, y obtener un resultado, no siempre es positivo, pero está obligado a lograrlo, y día a día, deberá enfrentar el desafío para que su condición social no se estanque sino que progrese, siendo esta su finalidad esencial, aunque a veces no lo consiga.

No es fácil, ni todos pueden conseguirlo, pero hay una realidad, todos tratan de hacerlo, de alguna manera u otra, no dejan de intentarlo. El individuo es así, pelea con la economía hasta el final, a veces ganando a veces perdiendo, pero sin dejar de resignarse, porque sino sería imposible vivir, subsistir, existir o como le guste llamarlo, pero es así, porque el paso del tiempo es indefectible y con él la vida, y a ésta hay que mantenerla para no perderla, siendo una lucha conseguir las cosas necesarias para que esto ocurra.

No puede bajar los brazos, debe seguir intentándolo, sea como sea, esa lucha es diaria, cruel, despiadada, sin cuartel, sin condiciones, necesaria para la subsistencia mínima y normal de cada individuo.

En resumen, debo decir que la incidencia de la economía en la actitud social del individuo es total, no se puede desligar de ella, siempre lo estará presionando, para que de alguna u otra manera, logre resolver su condición para poder seguir adelante en un camino interminable, que lo obliga a no detener su andar, y a resolver todas las situaciones que se presentan a diario, malas o buenas, y lograr así los resultados esperados para que su vida tenga alguna razón de ser, y quienes lo rodean puedan encontrar satisfacción necesaria para poder desarrollarse en una sociedad que no da treguas, y económicamente exige resultados, más allá de lo que cada individuo puede lograr.

Ante esta problemática, debemos plantear una solución para este individuo que se encuentra en una situación de indefensión, al que hay que darle las herramientas adecuadas para que pueda ir construyendo, paso a paso, de abajo hacia arriba, una nueva forma de hacer frente las distintas situaciones económicas, y aún, con su participación activa, poder corregirlas y adecuarlas, así lograr un mejoramiento de su calidad de vida.

Primeramente, debe recuperar su identidad como persona y darle un sentido a su vida, para que recupere la posibilidad de una estabilidad, que le permita vivir de su trabajo, y sea, protagonista inexcusable de la transformación social.
La misma necesidad del individuo le debe dar el empuje necesario para participar en la atención de los problemas que se presentan en su comunidad (empleo, educación, salud, transporte, servicios públicos, infraestructura, medio ambiente, seguridad, justicia, etc.) y canalizar sus inquietudes a las autoridades locales competentes.

Lograr una buena formación para elevar su nivel cultural o de conciencia, participando en charlas, cursos, talleres, conocimiento de sus derechos como ciudadano, práctica cultural, etc.
De esta manera, podrá intercambiar opiniones (discusión) con sus pares, con entidades o con las autoridades de gobierno, sobre las distintas políticas económicas a aplicarse, para lograr influenciar sobre su implementación o sobre su desarrollo, para que las mismas puedan ser lo más efectivas posibles para que puedan beneficiarlo no solamente a él, sino también a la comunidad que lo rodea.

Y por último, lograr la participación de otros miembros de la comunidad para que hagan lo mismo, y formar una organización, conformada con individuos consustanciados con su problemática, capacitados y formados, y además, con capacidad de diálogo, que tendrá más fuerza en los reclamos y más posibilidades de alcanzar logros más efectivos.


Para ello, es necesario un compromiso solidario, en el cuál el que más gana aporte por el que menos tiene, el más joven haga más esfuerzo por el más viejo y el más sano por el más enfermo, logrando así un equilibrio social que permitirá cumplir con todos los requerimientos sociales: salud, seguridad, vivienda, previsión, trabajo, emprendimientos, producción, etc.

Este compromiso debe nacer, crecer y reproducirse en cada individuo, para que de esta manera logre los cambios necesarios para una transformación social de la economía.
Los viejos paradigmas
Primeramente, debemos analizar los viejos paradigmas que rigieron los destinos de la economía política, y por lo tanto, su consecuencia sobre la actitud social del individuo.

Todo comienza, con los albores de la independencia, que de alguna manera marca el hito más importante de nuestra historia, aunque no la hayamos logrado nunca, porque salimos del dominio español para caer en el dominio norteamericano, que indirectamente nos ató a su imperio a través de la economía que en ese momento dominaba el mundo,

De aquí surgen dos paradigmas que subsisten inevitablemente hasta nuestros días:
a) Todo escenario internacional modifica los campos de acción nacional y toda acción nacional se adapta a favor o en contra de las ideas predominantes internacionales.
b) Toda idea política y poder de los núcleos sociales se adaptan al predominio del orden económico vigente.

Simultáneamente se va produciendo un proceso de transformación en las ideas económicas reinantes, abriendo los mercados y contrayendo grandes préstamos de capital. Comienza a aplicarse el capitalismo financiero en base a la doctrina del neoliberalismo, aplicando el concepto que el capital no tiene fines, sino en sí mismo, y sólo debe perseguir la rentabilidad.

La Globalización, fenómeno excluyente en el campo económico y cultural, surgida después de la caída del muro de Berlín (Alemania), se convirtió en un paradigma indiscutido, en todos los países dependientes como el nuestro, que se ataron a ella en pos de un modernismo, que trajo aparejado la desaparición de casi la totalidad de las industrias nacionales, la quiebra de muchas empresas y explotaciones agropecuarias, y por lo tanto, un nivel de desocupación nunca experimentado en el país. campa957@hotmail.com


I Objeto, Campo y Método de la Ciencia Económica.
1.2.1 El individuo y la Economía

El hombre es, a la vez, un ser solitario y un ser social. Como ser solitario, procura proteger su propia existencia y la de los que estén más cercanos a él, para satisfacer sus deseos personales, y para desarrollar sus capacidades naturales. Como ser social, intenta ganar el reconocimiento y el afecto de sus compañeros humanos, para compartir sus placeres, para confortarlos en sus dolores, y para mejorar sus condiciones de vida. Solamente la existencia de estos diferentes y frecuentemente contradictorios objetivos por el carácter especial del hombre, y su combinación específica determina el grado con el cual un individuo puede alcanzar un equilibrio interno y puede contribuir al bienestar de la sociedad. Es muy posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones esté, en lo fundamental, fijada hereditariamente. Pero la personalidad que finalmente emerge está determinada en gran parte por el ambiente en el cual un hombre se encuentra durante su desarrollo, por la estructura de la sociedad en la que crece, por la tradición de esa sociedad, y por su valoración de los tipos particulares de comportamiento. El concepto abstracto «sociedad» significa para el ser humano individual la suma total de sus relaciones directas e indirectas con sus contemporáneos y con todas las personas de generaciones anteriores. El individuo puede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por sí mismo; pero él depende tanto de la sociedad —en su existencia física, intelectual, y emocional— que es imposible concebirlo, o entenderlo, fuera del marco de la sociedad. Es la «sociedad» la que provee al hombre de alimento, hogar, herramientas de trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y la mayoría del contenido de su pensamiento; su vida es posible por el trabajo y las realizaciones de los muchos millones en el pasado y en el presente que se ocultan detrás de la pequeña palabra «sociedad».

Es evidente, por lo tanto, que la dependencia del individuo de la sociedad es un hecho que no puede ser suprimido —exactamente como en el caso de las hormigas y de las abejas. Sin embargo, mientras que la vida de las hormigas y de las abejas está fijada con rigidez en el más pequeño detalle, los instintos hereditarios, el patrón social y las correlaciones de los seres humanos son muy susceptibles de cambio. La memoria, la capacidad de hacer combinaciones, el regalo de la comunicación oral han hecho posible progresos entre los seres humanos que son dictados por necesidades biológicas. Tales progresos se manifiestan en tradiciones, instituciones, y organizaciones; en la literatura; en las realizaciones científicas e ingenieriles; en las obras de arte. Esto explica que, en cierto sentido, el hombre puede influir en su vida y que puede jugar un papel en este proceso el pensamiento consciente y los deseos.

El hombre adquiere en el nacimiento, de forma hereditaria, una constitución biológica que debemos considerar fija e inalterable, incluyendo los impulsos naturales que son característicos de la especie humana. Además, durante su vida, adquiere una constitución cultural que adopta de la sociedad con la comunicación y a través de muchas otras clases de influencia. Es esta constitución cultural la que, con el paso del tiempo, puede cambiar y la que determina en un grado muy importante la relación entre el individuo y la sociedad como la antropología moderna nos ha enseñado, con la investigación comparativa de las llamadas culturas primitivas, que el comportamiento social de seres humanos puede diferenciar grandemente, dependiendo de patrones culturales que prevalecen y de los tipos de organización que predominan en la sociedad. Es en esto en lo que los que se están esforzando en mejorar la suerte del hombre pueden basar sus esperanzas: los seres humanos no están condenados, por su constitución biológica, a aniquilarse o a estar a la merced de un destino cruel, infligido por ellos mismos.

Si nos preguntamos cómo la estructura de la sociedad y de la actitud cultural del hombre deben ser cambiadas para hacer la vida humana tan satisfactoria como sea posible, debemos ser constantemente conscientes del hecho de que hay ciertas condiciones que no podemos modificar. Como mencioné antes, la naturaleza biológica del hombre es, para todos los efectos prácticos, inmodificable. Además, los progresos tecnológicos y demográficos de los últimos siglos han creado condiciones que están aquí para quedarse. En poblaciones relativamente densas asentadas con bienes que son imprescindibles para su existencia continuada, una división del trabajo extrema y un aparato altamente productivo son absolutamente necesarios. Los tiempos —que, mirando hacia atrás, parecen tan idílicos— en los que individuos o grupos relativamente pequeños podían ser totalmente autosuficientes se han ido para siempre. Es solo una leve exageración decir que la humanidad ahora constituye incluso una comunidad planetaria de producción y consumo.

Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para mí constituye la esencia de la crisis de nuestro tiempo. Se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad. Pero él no ve la dependencia como un hecho positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos naturales, o incluso su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que sus pulsiones egoístas se están acentuando constantemente, mientras que sus pulsiones sociales, que son por naturaleza más débiles, se deterioran progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, están sufriendo este proceso de deterioro. Los presos a sabiendas de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solos, y privados del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad.

La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los frutos de su trabajo colectivo —no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción —es decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional— puede legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares.

En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré «trabajadores» a todos los que no compartan la propiedad de los medios de producción — aunque esto no corresponda al uso habitual del término. Los propietarios de los medios de producción están en posición de comprar la fuerza de trabajo del trabajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es «libre», lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el número de trabajadores compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto.

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos.

La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada en lo principal: primero, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de «contrato de trabajo libre» para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho de capitalismo «puro». La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un «ejército de parados». El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo. Desde que parados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a esa amputación de la conciencia social de los individuos que mencioné antes.

Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males: el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual.

Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialismo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?

El Proceso Económico
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El debate acerca del proceso económico se puede iniciar matizándolo con palabras cargadas de preconceptos, como las que suelen emplear los políticos demagógicos y los diletantes de la sociología. Si abandonamos la retórica sociologista y soslayamos esos preconceptos de nuestra mente, podremos ver las cosas tal como realmente son. Comenzaríamos a contemplar los hechos de la vida cotidiana desprovistos del ropaje ideológico y aparecerían los problemas concretos y esenciales. La misteriosa coordinación Millones de habitantes en nuestro país se levantan todos los días y se dirigen hacia sus ocupaciones habituales. Unos concurren a sus trabajos en distintas plantas industriales; otros van a las oficinas y locales comerciales; algunos se dirigen al campo para controlar los rodeos o preparar la tierra para la próxima cosecha; miles de jóvenes se trasladan a sus colegios, escuelas y facultades; y aquellos que tienen alguna enfermedad concurren a hospitales, clínicas y sanatorios para la consulta médica que les permita recuperar la salud. Allí, en cada lugar, todos ellos encuentran –misteriosamente y sin darse cuenta– que las cosas están en su sitio, que si bajan la palanca aparece la energía eléctrica para mover las máquinas, que disponen de los insumos necesarios para continuar la producción de bienes, que las frutas de estación y las verduras frescas están prolijamente presentadas en las verdulerías, que las carnes y los alimentos procesados están ubicados en las góndolas y estanterías de los supermercados, que las máquinas-herramientas están bien mantenidas, que enormes camiones cargan productos para llevarlos a los puertos de embarque, que los buques exportan mercancías hacia otros países, que las grúas portuarias descargan contenedores sobre vagones ferroviarios con millones de productos que van a necesitar las empresas industriales para proseguir su proceso productivo. Ello sucede incesantemente –día tras día– sin que aparentemente nadie esté dando órdenes para que la coordinación de esas actividades se haga sin interferencias ni obstáculos que paralicen el proceso económico. Quién dirige este proceso ¿Cómo se consigue que el proceso económico cotidiano fluya tan libremente de manera tal que permita producir lo que se va a demandar, ofrecer lo que se va a buscar y vender lo que cada uno necesitará? ¿Quién dirige los medios de producción de manera tan correcta y precisa para que, puntualmente, aparezcan en cada lugar del país y en cada local comercial todas aquellas cosas que necesitamos en la calidad y cantidad buscadas? La historia de la humanidad nos enseña que, en una economía donde exista una extensa división del trabajo, sólo hay dos maneras de conseguir esta maravillosa coordinación:1º) mediante las órdenes dictatoriales de un comisario político a quien se encomienda la imposible tarea de combinar miles de circunstancias de tiempo, modo y lugar, haciendo y deshaciendo a su gusto,2º) a través del sistema de precios libres, siempre que ellos representen las condiciones de escasez, para que cada uno, en su puesto de trabajo, pueda integrar su actividad y coordinar su plan individual con otros millones de planes simultáneos o sucesivos llevados a cabo gracias a ese dato esencial del precio. La complejidad creciente del mundo actual La dirección del proceso económico en el mundo actual es tanto más complicada porque tiene un carácter dinámico y se van produciendo permanentes cambios y alteraciones en los datos fundamentales. Todos los días aparecen nuevas informaciones: nacimientos, defunciones, enfermedades, sequías, huelgas y bloqueos provocados por sindicatos, prohibiciones y obstáculos creados por el gobierno, innovaciones generadas por la tecnología, nuevos emprendimientos que dejan obsoletas las anteriores instalaciones. Sin embargo, a pesar de estas modificaciones, la economía responde adaptándose constantemente. ¿Cómo se puede lograr la dirección de este proceso productivo tan dinámico, variado y cambiante sin que existan procedimientos burocráticos que lo regulen, ni interminables planillas repletas de ridículos datos y, muchos menos, sin controladores, ni inspectores o verificadores designados por el gobierno? ¿Cómo se hace el planeamiento para llevar a cabo las inversiones que deberán prever lo que pueda acontecer dentro de unos años, para tener listo el aparato productivo que tenga que hacer frente a las demandas de ese futuro probable pero hoy inexistente? El error de politizar la dirección económica Si los gobernantes carecen de conocimientos adecuados o menosprecian la sabiduría acumulada pacientemente por quienes se han dedicado a estudiar estos problemas, suelen adoptar la actitud de arrogancia propia de los ignorantes que tienen poder político. Les surge entonces una primitiva y grosera idea: pensar que el proceso económico puede dirigirse mediante oficinas centrales de planificación, encargadas de realizar el cálculo económico y de dar las instrucciones necesarias para que el proceso no se paralice. En ese caso, lo único que logran tener son costos y valores globales calculados a “grosso modo”. Esas grandes cifras-promedio o valores agregados no sirven para nada, más que para engañar a los incautos, manipular índices de precios o publicar titulares engañosos. Cuando en un país la economía debe esperar órdenes de un comisario político, dotado de poder de coerción, se produce una involución gradual porque los datos económicos se falsean, todo comienza a confundirse y el proceso económico se encamina en una dirección errónea. Aquello que es escaso se presenta como barato porque está bajo control político y aquello que es abundante aparece carísimo porque el gobierno está interesado en exportarlo para conseguir divisas y cobrar retenciones. En resumen, desaparece toda señal confiable, se pierde la coherencia y ya nada indica nada, porque los métodos de dirección del proceso económico no están engranados entre sí sino que dependen de las señales y resoluciones que pueda lanzar el comisario político. Hoy advertimos un intento creciente por politizar la dirección de proceso económico. Por ejemplo, en la asignación de partidas millonarias a Enarsa para que compre volúmenes crecientes de gas en Bolivia, pagando u$s 5 el millón de BTU para ser vendido a los usuarios finales a u$s 1,50. Del mismo modo, se aprecia la politización del proceso económico cuando se establece que el gasoil debe tener un precio sensiblemente inferior a los costos internacionales y, para lograr este efecto, se prohíbe a las empresas petroleras que exporten nafta como medio para obligarles a producir el gasoil que el transporte y la actividad agrícola necesitan imperiosamente. Idénticos efectos se provocaron con la prohibición de exportar carnes para presionar artificialmente el incremento de la oferta de ganado en los mercados de hacienda y lograr un menor precio en las carnicerías. Pero este propósito se frustró ampliamente porque el precio al consumidor final se mantuvo elevado, los criadores e invernadores no recibieron el valor adecuado de sus animales y la diferencia de esos precios empujados a la baja con el precio creciente en las carnicerías fue aprovechado por matarifes, consignatarios, frigoríficos y abastecedores que se quedaron con toda la diferencia. La ganadería comenzó a liquidar sus vientres. De este modo, cuando los precios son fijados por el Estado, ya no señalan relaciones de escasez efectiva, ni muestran el valor real del dólar, ni exhiben el verdadero precio de los combustibles o de la energía.
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